MiltoN

Estaba pensando bajo la noche, abrigado para intentar que el frio no se colara por mi piel, pero a pesar de las ropas, se diluia en mi, congelándome. Ahi bajo el frio, fumando un cigarro tembloroso, vi como entre las hojas moribundas se aparecia la luna llena, brillosa como nunca, estable como siempre, sin inmutarse de las cosas que pasan en la tierra.

Ahí empecé a recordar, recordar tantos momentos que por mis años han pasado; buenos y malos, que me han hecho crecer y madurar...y vi como bajo esa misma luna, besé tantas veces, lloré otras, reí, grité, conocí a tantos, canté junto a amigos con una guitarra alrededor de una fogata, caminé perdiendome por callejuelas, abracé a un amigo, tomé un vaso de vino, escuché un ave, dormí, callé... bajo esa misma luna, los años han grabado en mis huellas la vida...estaba pensando lo que habia vivido unas horas antes, horas que me dejaron confundido y debilitado...

cuánto podemos entregar por otro?

¿cuánto podemos sentir por otro?¿

Y ahi me quedaba mirando esa esfera blanca y luminosa, con el afán de que me respondiera algo, que alguna respuesta pudiera darme, pero entendí que las respuestas no las da un faro, no las da un cigarro, no las da el frío; solamente las damos nosotros mismos, nosotros somos los que tenemos el deber y la facultad para explicarnos las cosas, para entenderlas y manejarlas a nuestro antojo... ese fue el regalo de dios para nosotros, la libertad de conciencia, la libertad de poder decidir que queremos...

Porque sencillamente, nosotros somos los que sufrimos en algún momento y la luna sigue ahi, caminando de este a oeste siguiendo a su sol, que se le pierde en las tardes, encontrandose con él solamente en ese momento sexual del eclipse...

Soy idiota!, porque no puedo controlar esos momentos derepente, y dejo que se escapen las luces fácilmente, quedándome tendido en la sombra, llorando como un cobarde... sí, como un cobarde, que deja que su nave se vaya por el mar, perdiendose; cobarde, porque dejo que el tren que trajo la vida un dia, se vaya con sus ropas al sur nuevamente...

Hacia el sur, el destino de nuestras almas hoy... porque el norte perdió su rumbo por tantas guerras y maldiciones. Hoy nuestro camino es la cruz del sur, pero yo me he quedado aqui, solo, dejando que la luz que llegó en un momento se marche...

Y ahí me quedé, bajo esa noche, temblando por el frío, con ese cigarro agotado de ser acariciado, agotado como quedó mi corazón... ahí quedé, mirando esa luna alegre, que no ha visto lo que me pasa... estoy solo!... absolutamente solo, porque así lo quice, porque mi cobardia asi me dejó. Miro la ventana que me ve cada madrugada despertar, y me veo muerto en ese reflejo, muerto como tan muerto me he visto...

Me vendrás a buscar?¿

Pregunté a un punto fijo, pero claro, era un solo punto, que se perdía con mis movimientos; como si mis pupilas no quisieran escuchar un no como respuesta... porque mis pupilas son las más cobardes...

Me duelen las manos, porque el frío está golpiándome sin control alguno, y el algodón se eleva dejándome desnudo en esa noche, desnudo de todo lo que gané en un momento... desnudo de esperanzas, desnudo de amores, desnudo de todo...

cuánto podemos entregar por otro?¿

cuánto podemos sentir por otro?¿

Y las preguntas se elevan como mis harapos, y se van con el viento, como si nadie quisiera responderme; como si todo me consideraran loco por preguntar aquello; como si las respuestas fueran tan obvias y yo prefiriera quedarme con la ilusión...

Un viaje, eso es lo que quiero, un viaje muy lejos de todo esto, un viaje para que mi corazón tambien viaje, hacer transbordo con la vida, y volver con las ganas de seguir... un viaje es lo que quiero, para dejar que las flores marchitas se sequen y se hagan cenizas... para olvidar tanto tanto, que hoy es nada...